Un dietista-nutricionista es más que un especialista en nutrición, un dietista-nutricionista prioriza la salud por encima de cualquier ‘operación bikini’ o ‘detox’. Combatimos los mitos y las leyendas más arraigadas con la evidencia científica, que es la mejor herramienta frente a la desinformación. Muchas veces somos tildados de radicales y sectarios pero ¿caben las medias tintas cuando está en juego la salud?
Vivimos en un ambiente obesogénico dónde nos bombardean todo el día con publicidad que asocia la comida a las emociones, dónde se estimula el sedentarismo por estar saturados de tecnología que facilita la ley del mínimo esfuerzo, incentivándonos así a comer más y de peor calidad.
Un dietista- nutricionistas lucha frente al intrusismo, un grave problema que repercute en el ámbito de la dietoterapia y la nutrición.
Es curioso como todos hemos escuchado alguna vez a nuestro vecino haciendo de endocrino o a la peluquera de dietista nutricionista y como así se van lanzando y mezclando conceptos. Todo el mundo cree saber sobre alimentación por el hecho de alimentarse todos los días.
Se denomina dietista-nutricionista, al profesional universitario que según recoge la Ley de Ordenación de Profesiones Sanitarias (LOPS 44/ 2003) desarrolla la función de realizar actividades orientadas a la alimentación de la persona o grupos de personas, adecuadas a las necesidades fisiológicas y en su caso patológicas de las mismas y de acuerdo a los principios de prevención y salud pública.
El primer afectado siempre es el paciente que al estar desinformado, se deja tratar por personas incapacitadas para ello y lo peor de todo, poniendo en juego su salud.
El problema reside en que España somos el único país de la Unión Europea sin un profesional de la nutrición en la sanidad pública. ¿Entonces, quién se encarga de prescribir la dieta a un paciente que ingresa en un Hospital?
Algunos profesionales sanitarios reciben pequeños conocimientos en dietética y nutrición para completar su profesión y que se ejerza mejor pero no hay que confundir ejercer mejor con ejercer la profesión de otro. En realidad, el dietista- nutricionista es el único profesional sanitario específicamente formado para la valoración del enfermo en relación a su estado nutricional y alimentario.
Ni que decir tiene, que todo esto supone una pérdida de calidad asistencial brutal especialmente para aquellos pacientes que su patología requiere de tratamiento nutricional.
Por si fuera poco tener que participar en esta lucha constante, un dietista-nutricionista también hace frente a las prácticas más cuestionables de la industria, de cómo ésta contribuye a perpetuar mitos alimentarios intencionadamente.
Nos han seducido con el concepto obsoleto de la dieta equilibrada, que viene a decir que se puede comer de todo con moderación. Y la realidad es que no, hay un montón de productos que conviene no comer. Que la manera de medir nuestra alimentación, es con una fórmula matemática infalible; el obsesivo conteo de calorías y el balance energético. Esta idea nos lleva a que se fabriquen panes de 99Kcal. Las calorías no garantizan tu nivel de salud, importa más de dónde vienen esas calorías
Hacer comprender todo esto a un paciente también forma parte del trabajo de un dietista-nutricionista, entender que la consecuencia de nuestra composición corporal se debe a nuestros hábitos alimentarios y que sólo con los cambios permanentes de éstos se consiguen resultados definitivos.
Si consideras que la alimentación es importante actúa aunque sea para informarte sobre ésta, ya que comer es el hábito que más veces realizas día tras día y está condicionando tu salud y tu futuro. Aprende a comer sano y conocer a fondo una acción tan frecuente.
Hay algo más que la lechuga y la pechuga, lo más importante es crear la adherencia al plan nutricional y por eso, un dietista-nutricionista te ayuda a priorizar los ingredientes que deben prevalecer en tu alimentación de una manera progresiva y coherente. Es por eso que en las sesiones en vez de crear un plan cerrado, te resultará más provechoso aprender cómo leer las etiquetas de un alimento por ejemplo, y siendo así consciente de las elecciones que haces y poder llevar un menú abierto porqué ¿quién mejor que tú sabe lo que te apetecerá comer mañana?
Además en mi humilde opinión, un buen dietista-nutricionista es aquel que es capaz de implicarse contigo, que te informa y te da las herramientas que necesitas y comprende las dificultades que puedan existir.
Espero que este post te haya ayudado a conocer mejor a los dietistas-nutricionistas, nuestro trabajo y nuestros objetivos.